Herzog, Europa y la crisis financiera
Los europeos tienen una relación muy rara con los Estados Unidos, por un lado los encandilan sus luces, les atrae tremendamente el glitter de su cultura y en el fondo quisieran ser tan grandilocuentes como ellos. Pero no, ellos son Europa, la vieja, y no pueden dejarse llevar por los berrinches neuróticos de una nación adolescente. Es por eso que (tal como ahora con la crisis financiera) los europeos tienen una mirada crítica hacia los americanos pero que esconde mucha cola de paja.
Es que el siniestro sistema de vivienda basado en la hipoteca que reina en los Estados Unidos tiene un espejo un poco más suave en la nueva Europa, la Europa moderna que emergió de la guerra fría y que siempre relegada va haciendo las reformas neoliberales sugeridas por el Consenso de Washington pero sin olvidarse de cada tanto una leve sonrisa de falsa libertad como los indignados españoles y el mayo francés.
Así que esta película tiene un cierto aire premonitorio solo que ahora los inmigrantes que son tratados como basura son latinoamericanos, africanos o turcos y los ignorantes locales son ellos, los que solían ser la cuna de la cultura occidental, los que engendraron a Cervantes, a Goethe, a Aristóteles son los que repiten la barbarie ahora contra ellos mismos.
Y Herzog incrédulo ve que nadie es capaz de darse cuenta.
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